25 jul 2016

Antropología política. Parte I


La antropología es inevitablemente política porque se encuentra con la política en no pocos puntos. La antropología teórica no puede dejar de tener implícita una visión de lo que somos, de lo que es nuestra sociedad y de lo que ésta pueda ser: los límites de las posibles formas de organización social constituyen prueba evidente de las aspiraciones políticas, tanto sensatas como absurdas. Dichos límites nos dicen lo que está a nuestro alcance y lo que no lo está.
Aun cuando en antropología haya estado más o menos ausente la gran teoría, toda obra antropológica importante la implica, de manera que el teorizar mismo por fuerza ha de retornar si es que ya no ha retornado. En el marxismo, por supuesto, las teorías del hombre primitivo y de la sociedad primitiva tuvieron un lugar importante por cierto esencia, dentro del sistema total de ideas: sin esas teorías el sistema habría quedado incompleto. Hegel puede haber inspirado el marxismo, pero Morgan lo completó. Solo la teoría del comunismo primordial podía explicar por qué el hombre tenía una esencia colectiva y por qué permaneció alineado durante las épocas en que se impusieron otras formas sociales. Freud, a su vez, tuvo que vincular su visión distintiva de la condición humana (presentada en su caso en forma atenuada antes que en su transformación final) con una teoría sobre lo que había ocurrido con nuestros antepasados para formular el concepto del supero-yó.

Ernest Gellner
Universidad de Europa Central, Praga
Noviembre de 1994